Nuestra selección tras perder de local con Argentina recibió duras críticas, burlas e insultos. Los jugadores fueron acusados de no tener valor, carácter y talento para ganar o al menos defender con honor la dignidad de Bolivia. Muchos bolivianos nos declaramos decepcionados y clamamos que Bolivia deje de ser la peor y la verguenza frente a los otros países.
Sin embargo nosotros que jugamos en la selección llamada «Bolivia» no somos criticados y acusados con la misma dureza por peores derrotas y ridículos a los que sometemos al equipo que todos formamos parte que es «Bolivia».
Solo como simples ejemplos de las vergonzosas derrotas y ridículos a los que sometimos a Bolivia, tenemos:
Resulta que por el año 2006, el FMI y los países ricos nos condonaron la totalidad de la inmensa deuda externa, nos quedamos con cero deudas.
Resulta que a partir del año 2006, gracias a la firma de los contratos con Brasil y Argentina, la llegada de la inversión extranjera por efecto del proceso de capitalización, la entrada en producción de los grandes pozos gasíferos y el espectacular crecimiento de la producción y exportación de gas, el escalofriante incremento de su precio internacional y la exportación y precio de los minerales, la promulgación de la nueva ley de idrocarburos y del incremento de la recaudación por impuestos; Bolivia fue inundada de recursos económicos. Bolivia recibió tantísimo dinero como nunca había ocurrido en su historia. Sin duda alguna fue la época de la gran bonanza. Fue la época dorada de Bolivía.
Resulta que tras la gran bonanza, Bolivia se quedó con los augueros vacíos de los otroras gigantes pozos gaciferos y sin una base, matriz y un aparato productivo ampliado, diversificado, fuerte y competitivo.
Resulta que tras la gran bonanza, los bolivianos nos quedamos con los sistemas de salud, educación, niñez, protección social, agua y saneamiento, etc., en un dramático colapso financiero (en quiebra financiera) Dicho de otro modo, tras la gran época dorada y de la mayor bonanza, los bolivianos seguimos teniendo los peores sistemas de salud, educación, niñez, protección social, agua y saneamiento, etc. de Sudamérica.
Lo más grave es que después de la condonación de la deuda externa y tras la gran bonanza, lo que los bolivianos tenemos como resultado, es un multimillonario endeudamiento, hoy tenemos una monstruosa deuda externa y lo mas grave es que tenemos otra monstruosa deuda, la deuda interna (préstamos del fondo de jubilación). Tambíen nos quedamos con las condenas internacionales para el pago de escalofriantes sumas de dinero por expropiaciones ilegales.
Además nos comimos las reservas internacionales, hasta quedar sin nada.
Señores, no contentos con los millonarios préstamos, echamos mano a las reservas internacionales, agotadas éstas, acudimos a más préstamos y ante las dificultades de obtener más préstamos, adoptamos dos acciones desesperadas, 1) tomar los fondos de la jubilación y 2) vender las reserva de oro.
Señores, lo mas cruel, injusto y despiadado es darnos el lujo de endeudar e hipotecar el futuro de los actuales niños e incluso a los que aún no nacieron, ni fueron concebidos, pero ya nos comimos su plata y ya tienen una monstruosa deuda por pagar, esos futuros habitantes que aún no nacieron ni votaron, pero ya son deudores de moutrosas deudas.
Señores, tras la gran bonanza económica, al presente Bolivia se halla comprando combustible, con las reservas agotadas, nos hallamos vendiendo las reservas oro y nos hallamos echando mano a la plata de los futuros jubilados.
Señores este año 2023, el Gobierno de turno gastará cerca de 4 mil millones de Bs. más de lo que recibirá como ingreso, es decir tendremos un déficit fiscal por cerca de 4 mil millones de Bs.
Cómo cubre el Gobierno ese déficit por cerca de 4 mil millones de Bs., sencillo, con préstamos y vendiendo lo que queda de las reservas de oro.
Qué sucederá cúando ya no le quieran prestar plata, cúando no haya oro para vender y no sea posible prestarse mas plata de la jubilación. Qué sucederá cuando no alcance la plata para seguir subvencionando la gasolina, subvencionando las empresas públicas deficitarias, como el gobierno no querrá perder popularidad y votos, mantendrá la subvención y los gastos y para ello acudirá a lo más fácil y típico de los gobiernos izquierdistas, ordenar que el Banco Central imprima billetes sin parar y es así como surge y crece la inflación, desgracia que hoy padecen Venezuela y Argentina.
Que pasa cúando crece y crece la inflación debido a que se gasta más de lo que se recibe y el Gobierno de turno, por no perder votos, sigue manteniendo las subvenciones, los bonos, los gastos en la burocracia estatal y sobre todo sigue y sigue subvencionando a las empresas públicas deficitarias.
Que pasa si el gobierno por mantener el apoyo popular decreta aumentos salariales, entrega cupos o canastas y sube los impuestos a las empresas y a los emprendedores, pero llega un momento en que ya no es posible ocultar la calamidad y entonces pierde las elecciones la izquierda y sube al gobierno la derecha.
Que pasa cuuando sube al gobierno la derecha, para bajar la inflación, debe achicar el aparato estatal, reducir drásticamente el gasto público, levantar las subvenciones, ajustar algunos gastos sociales, al no emitir (imprimir) mas billetes, se producen demoras en el pago al sector del magisterio, jubilados, etc. encara ajustes a la regulación laboral y sobre todo se ve obligado a deshacerse de las empresas públicas deficitarias y promueve la llegada de inversiones extranjeras para exploracion y explotación de recursos naturales.
Entonces la maldita izquierda y los socialistas, salen a gritar que es un gobierno empobrecedor, que es un gobierno hambreador, que es gobierno que odia a los pobres, que es un gobierno asesino, que es un gobierno pro imperio, que es un gobierno vende patria, que es un gobierno que regaló nuestras empresas (deficitarias), que es un gobierno que está entregando nuestros recursos naturales, que es un gobierno corrupto (que en muchos casos es cierto), etc., etc.
Que pasa, cuando la derecha después de unos años, logra equilibrar y estabilizar la economía y empieza a apuntalar el crecimiento del país con la llegada de capitales e inversiones, cuando ciertas medidas económicas empiezan a dar frutos y se incrementan los ingresos del país y entonces, otra vez vuelve al poder la izquierda, cosecha y aprovecha los frutos de la estabilización y de las medidas del gobierno de la derecha, para hacer populismo con las estatizaciones, nacionalizaciones, creación de bonos, restablecimiento de las grandes subvenciones y sobre todo otra vez agranda el aparato estatal y crea un monstruo gasto público, agotados los recursos empieza otra vez con los préstamos, otra vez se comen las reservas y echan mano al fondo de jubilación y cuando ya nos les queda opción otra vez ordenan imprimir billetes y otra vez la inflacion.
Este círculo vicioso se repite y repite y por eso somos uno de los países más pobres del mundo habiendo tenido tantas oportunidades de ser uno de los países más fuertes de nuestro Continente.
Un avispado masista me dirá que esto no es verdad, porque Evo Morales estuvo 14 años en el poder y no se produjo ninguna inflación. La respuesta es, cómo va a haber inflación si el país estuvo inundado de plata, además de recibir un país con cero deuda externa.
La pregunta que debería doler a todos los bolivianos es: ¿Qué hemos hemos hecho, qué hemos logrado con tantísima cantidad de recursos?
Las preguntas son: ¿Qué dejó para el país la gran época de la bonanza?
¿Es Bolivia un país con un aparato productivo sólido, diversificado, competitivo e integrado a las grandes economias?
¿Acaso Bolivia tiene en mejor sistema de salud, de educación, protección social, de niñez, servicios básicos?
Señores ya nos comimos todo, acabamos las reservas, estamos vendiendo el oro, estamos echando mano a la plata de la jubilación y ya endeudamos hasta a los que aún no nacieron y sin preguntarles sí querían endeudarse, por el solo hecho de nacer ya serán deudores.
La culpa de todo esto no es solo de los izquierdosos, la culpa la tiene la derecha inservible, pero sobre todo los culpables número uno de todo esto somos las y los bolivianos, sí, somos nosotros que nos or… de miedo para salir a la cancha y dar la cara y defender nuestra patria con honor y dignidad y aun así criticamos, nos burlamos e insultamos a esos muchachos que por lo menos salen a la cancha y dan la cara, por eso les pido disculpas y pido perdón a las niñas, niños, jóvenes y a las próximas generaciones por endeudarlos y dejarles un país condenado a seguir siendo uno de los más pobres del mundo pese haber tenido tantas oportunidades.
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