El fondo de la pugna del masismo es la toma del control de la dirección del partido, instancia encargada de designar al delegado ante el TSE que inscribirá al candidato. Luis Arce busca el apoyo total del Pacto de Unidad.
(Página Siete – 02-04-2023) Desde que el presidente Luis Arce sentó presencia en las concentraciones del Movimiento Al Socialismo (MAS) recrudeció el ataque de Evo Morales contra su gobierno. En ese escenario, el arcismo pelea por el liderazgo del partido azul con al menos cinco acciones, aunque con una estructura frágil.
A eso se suma que Morales se convirtió en un fuerte “enemigo” de la gestión de Arce. Expertos ven un escenario político complejo en el partido azul que navega en aguas turbulentas con los ataques del ala radical.
Entre las acciones que destacan estas últimas semanas están “la valentía de Luis Arce”, como dice el analista y exsenador disidente del MAS Omar Aguilar, de participar en el noveno congreso ordinario departamental del MAS en Santa Cruz el 18 de marzo y también, a pesar de los pedidos en contra, de asistir al aniversario del partido azul el 26 de marzo en el Chapare, fortín de Morales.
Como segunda acción se anota su presencia en el congreso número 18 de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas, Indígenas, Originarias de Bolivia – Bartolina Sisa, que se realizó en Tarija entre el 20 y 21 de marzo, evento que eligió a la aymara Guillermina Kuno, de la línea arcista, como su nueva líder.
La tercera acción de Arce la marca con el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo (Conamaq), que es parte del Pacto de Unidad y que el 26 de marzo celebró su aniversario junto al jefe de Estado, quien prometió un edificio de seis pisos para su sede y a cambio la dirigencia le dio su pleno respaldo. “Este es el pueblo que te va a cuidar”, le dijeron a Arce.
La cuarta acción se da con el pacto entre Arce y la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia, que también es parte del Pacto de Unidad. El 27 de marzo, el jefe de Estado, junto a los dirigentes, puso la piedra fundamental para un edificio de siete pisos que será la nueva sede de la organización masista.
La quinta acción es con los mineros cooperativistas y asalariados. El 18 de marzo, Arce entregó una “moderna sede” a la Cooperativa Minera 20 de Octubre de Llallagua, Potosí, y el 30 se reunió en la Casa Grande del Pueblo con el Sindicato de Trabajadores Mineros de Huanuni.
Para el analista y exsenador Aguilar, la disputa de fondo en el partido oficialista es por la dirección ejecutiva del MAS, instancia encargada de dar el visto bueno al candidato a la presidencia en las próximas elecciones. “La primera disputa fuerte en este momento, antes de 2025, es quién asume la presidencia del MAS, porque quien la logre, tendrá el poder para nombrar a su delegado ante el Tribunal Supremo Electoral, pues a través de él se inscribe el nombre del candidato”, explicó Aguilar a este medio.
En esa línea, el arcismo ha activado una intensa campaña, la misma que está dirigida –según Aguilar– por el vicepresidente David Choquehuanca y la alcaldesa de El Alto, Eva Copa, que a pesar de haber renunciado al MAS se subió al carro de los renovadores.
No obstante, el analista Franklin Pareja identifica en este escenario político varias debilidades en torno a Arce, porque “tiene todas las condiciones adversas como Gobierno”, tomando en cuenta la “fragilidad económica” del país, el incremento de los conflictos sociales, la polarización entre regiones y la imagen de Bolivia en el exterior, donde la calificación de riesgo se ha incrementado.
“Adicionalmente a eso, como cherry sobre la torta, está cada vez más claro que Morales no sólo podría ser su adversario, sino también su enemigo y tenerlo a Evo Morales como enemigo es lo menos recomendable para el Presidente, porque si Morales siente que ya no tiene nada que perder, va a incrementar su hostilidad y va a ser el principal desestabilizador de su gestión”, dijo Pareja a Página Siete.
En ese escenario, el presidente Arce “puede quitarle en apariencia muchas cosas a Morales, pero tiene un gobierno con muchas condiciones de fragilidad”, aunque pueda utilizar todo el aparato estatal a su favor dando prebendas, acercándose a las organizaciones sociales con obsequios y promesas, y creando grupos de poder a su alrededor, “pero no es un gobierno poderoso”.
El diputado del ala arcista Rolando Cuéllar explicó que las bases del MAS y las organizaciones sociales apoyan a Luis Arce, porque “todas se cansaron de Evo Morales y su dedocracia”. Además, el asambleísta indicó que el líder cocalero perdió fuerza, terreno y el liderazgo en la estructura del MAS.
“Morales ha perdido fuerza. Hemos tenido un congreso en Santa Cruz y por aclamación ha ganado Marco Fernández, que es de la línea de nuestro gobierno, después en el congreso de la Confederación Bartolina Sisa ha ganado una compañera renovadora de la línea de nuestro Presidente”, dijo Cuéllar.
El legislador identifica dos acciones a corto y mediano plazo en el MAS: una es la realización de un congreso para renovar la directiva y la otra se refiere a las elecciones primarias para elegir al candidato del partido azul a la presidencia.