La terminal aérea fue construida por dos empresas estatales. Una de ellas fue la Empresa de Construcciones del Ejército, que quebró en 2015.
(Página Siete – 23-05-2022) El aeropuerto Tito Yupanqui que fue construido en el municipio de Copacabana, en La Paz, no funciona desde 2018. Se lo ve como un “elefante blanco” que costó 45,3 millones de bolivianos al Estado. La obra fue ejecutada por dos empresas estatales, una de ellas quebró.
Se puede observar que la puerta de malla metálica está con cadena y candado, ambientes vacíos, una pista de aterrizaje y embarque que aún no fueron usadas, una caseta deshabitada, según el reportaje publicado por ANF.
La edificación se encuentra a cinco kilómetros de la plaza 2 de Febrero de Copacabana, en la ruta hacia la localidad de Kasani. Luego de caminar unos pasos, se ve el parqueo de vehículos perfectamente pintado y definido.
El 11 de julio de 2018, el entonces presidente Evo Morales inauguró el aeropuerto y llegó en un avión de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB). En esa oportunidad señaló que el objetivo de esa terminal era fomentar el desarrollo del turismo y comercio de las comunidades, pero hasta la fecha no se cumplió.
Don Leonardo Nina poblador de la comunidad de Copacati lamentó que hasta el momento no haya operaciones y afirmó que es preocupante para los lugareños porque tenían la seguridad que iba a ayudar a la llegada de más turistas. Aunque indicó que en noviembre de 2021 arribó un vuelo proveniente de Cochabamba.
En 2021, el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, admitió que existen seis aeropuertos deficitarios, entre ellos el de Copacabana y que los gastos de operación son subvencionados por los ingresos de las otras terminales. Incluso aseveró que no cerrará ninguno de ellos porque cumplen con su función social.
El secretario municipal Administrativo, Edwin Alanoca, reveló por su parte que en la revisión de los documentos de la construcción se evidenció que no cumple con varios requisitos para iniciar sus operaciones.
Una de las falencias, según el funcionario municipal, es el tamaño de la pista de aterrizaje, la falta de iluminación del terreno y el campo de aeronavegación. Incluso deben expropiar los terrenos de los comunarios para ampliar la construcción.
El proyecto
Esa terminal aérea tiene una pista de 2,1 kilómetros de largo y 23 metros de ancho, un área de control, terminal de pasajeros con sala de preembarque y sala vip, baños y una torre de control, aunque no es suficiente para que sea aprobado por la OACI.
En 2012, la Empresa de Construcciones del Ejército (ECE) se hizo cargo de la ejecución de la terminal aérea por 45,9 millones de bolivianos, pero en 2015 la estatal quebró debido a una mala administración. En ese entonces la obra se paralizó con un 60% de avance.
Tras la quiebra de la ECE y después de la paralización de las obras recién en 2017, la Empresa Estratégica Boliviana de Construcción y Conservación de Infraestructura Civil (EBC) se encargó del proyecto, diseño y construcción (lado aire) de la terminal por un monto de 13.372.255 de bolivianos.
La misma firma estatal se adjudicó un segundo contrato para el proyecto diseño y construcción del aeropuerto Tito Yupanqui de Copacabana (lado tierra) por un monto inicial de 3.995.237 de bolivianos. Empero, el 23 de mayo de 2018 el costo del proyecto se incrementó a 4.130.647 de bolivianos.
La infraestructura tenía el objetivo de incentivar el turismo, tomando en cuenta que llegan visitantes del exterior e interior del país por fe y devoción a la Virgen de Copacabana, o para visitar el lago Titicaca. Incluso estaba previsto que sea una conexión con Perú y Santa Cruz.