El dirigente cívico cruceño recordó que el 25 de febrero vence el plazo que determinó el cabildo del 25 de enero. Por su parte, el Vicepresidente y el diputado Leonardo Loza dicen que la medida es antidemocrática.
(Página Siete – 23-02-2023) Cuando faltan horas del plazo para aprobar un decreto de amnistía para todos los “presos políticos” implicados en la crisis de 2019 o caso contrario se hará un revocatorio al mandato del presidente Luis Arce, la pugna entre los cívicos y el MAS se agudiza. Rómulo Calvo, presidente del comité cívico cruceño, recordó al Ejecutivo la fecha límite. El Gobierno dijo que esta acción atentaría contra la democracia y el pueblo.
El vicepresidente David Choquehuanca, durante su participación en el XV Aniversario de la Subalcaldía del distrito de Challa, del departamento de Cochabamba, expresó que quienes piden revocatorio “no se dan cuenta que están o van contra todo un pueblo”, porque Luis Arce ejerce como Presidente gracias al voto popular.
La autoridad remarcó que “Luis (Arce) está ahí por la voluntad del pueblo boliviano, por voluntad de nosotros, los que hemos recuperado la democracia, los que hemos arriesgado la vida, los que hemos enfrentado con coraje y valentía y hemos recuperado la democracia”.
Choquehuanca subrayó que recuperar la democracia costó “sangre” al pueblo boliviano y los principales protagonistas fueron sectores sociales conformados por “quechuas, aymaras, campesinos, mineros y maestros”, entre otros.
La reacción surge luego que el cívico cruceño Rómulo Calvo dijo que el mandatario Luis Arce tiene tres días para aprobar un decreto de amnistía para todos los “presos políticos” implicados en la crisis de 2019. Caso contrario el cívico ratificó que se activará el proceso de revocatorio, para el cual están a horas del plazo que dio el cabildo del 25 de enero.
“Estamos a 72 horas de cumplir el plazo que el pueblo boliviano le dio usted y a su Gobierno para pacificar el país y construir una real y verdadera paz social, para poder concentrarnos todos los bolivianos en fortalecer la maltrecha economía y las deficientes políticas macroeconómicas que su gobierno viene ejecutando”, sostuvo Calvo el miércoles en una rueda de prensa citado por Erbol.
Mencionó que el martes 14 de febrero le envió una carta al presidente Arce, en la que le hace recuerdo los seis mandatos del cabildo nacional.
“Un proceso revocatorio es el escenario político menos conveniente para los bolivianos, porque estaremos todo el 2023 con incertidumbre, pero con la certeza y la seguridad de que usted no está capacitado para seguir llevando el rumbo del país”, sostuvo Calvo.
De no haber respuesta a las solicitudes, Calvo anunció que el lunes 27 de febrero el presidente entrante del ente cívico, Fernando Larach, comenzará con la recolección de los requisitos para iniciar el proceso de revocatorio.
La realización del cabildo nacional, además de una serie de movilizaciones, fueron activadas luego de la detención del gobernador Luis Fernando Camacho el 28 de diciembre de 2022. La autoridad fue enviada luego con detención preventiva a la cárcel de Chonchocoro, por el denominado caso “Golpe I”.
Al respecto, el senador evista del MAS Leonardo Loza considera que Rómulo Calvo está mal de la cabeza por hacer ese tipo de solicitudes. Le recomendó ir a una revisión con el psiquiatra. Dijo que ese pedido es un atrevimiento, un atentado contra la democracia y un gobierno que fue electo democráticamente. “Revocatorio no va a haber, no debería haber, ni de este lado ni del otro lado ni de la derecha. Hemos elegido a un presidente para cinco años, seamos democráticos, respetemos lo que hemos elegido en las urnas con nuestro voto”, dijo.
Por su parte, analistas consultados por Página Siete consideran que un revocatorio contra Luis Arce, si bien está garantizado jurídicamente, no tiene viabilidad ni oportunidad política. Señalan que de concretarse, detonará aún más conflictos.
“No es tanto lo jurídico, que sí tiene asidero. Lo importante es la viabilidad política y es algo que en este momento no se asoma por ningún lado. La división del MAS no alcanza las dimensiones como para alcanzar en un revocatorio, que es muy complejo como para improvisarse”, dijo Róger Cortez.
“Jurídicamente es algo que está constituido en las disposiciones actuales. Pero es muy diferente la oportunidad política de este tipo de acción. A mi modo de ver, Bolivia necesita entrar en un proceso de reconciliación, cualquier elemento que pueda derivar en conflictos puede ser perjudicial para este objetivo”, observó el historiador y analista Pedro Portugal.